miércoles, 4 de enero de 2012

Capitulo Dos

Me desperté muy tarde, si podría decir, las 12 del medio día. La televisión se quedo encendida toda la noche. Me gusta quedarme dormida con ruido .Me levante del sillón y desayuné, bueno más bien comí algo ligero, ya que estaba en banca rota. Este día sería para relajarme, ver películas. Todo un día de películas para mí.
POV. Harry
Desde que Alice entro por esa puerta, no sé porque, pero tenía algo que me decía que ella era especial: como se comportó con nosotros, siempre fue amable y se reía de todo. Cuando comíamos, noté que detrás de sus pulseras tenía pequeñas cicatrices abiertas, de principio pensé que eran rasguños pero eran muy profundos. Bueno quien soy yo para juzgar a la gente. Mientras Doug la hacia reír yo la veía, sus facciones, sus ojos, la forma de sus labios, sus mejillas. Pero sus ojos reflejaban otra cosa, no era alegría demostraba tristeza, decepción y después de eso, era alegría pura, tanta alegría que en su corazón ya no cabía en su pecho. Estaba feliz de estar con nosotros. Definitivamente hablaba por los ojos.
Hablamos de lo que nos gustaba y de lo que hacíamos, ella era estudiante y trabaja los fines de semana , nada mal para un chica que estudia , a pesar de que ella es más chica que nosotros –debe tener la edad de Dougie, más o menos– es muy madura . Toda la tarde la pasamos con ella hasta la noche, después se fue a su casa. Dougie y yo nos quedamos solos otra vez acomodando las camas de arriba.
–Adiós, amor –bromeó Dougie– me tengo que duchar y después me acostaré –Dejó la ultima caja en el suelo.
- No hay problema –Reí– gracias por la ayuda –nos despedimos.
Bajo las escaleras y se escuchó este golpe de la puerta al cerrar. Me quede pensando en Alice –Tiene algo que me encanta, su sonrisa, sus ojos… sus misteriosos ojos– Pensé. Al final, me quede dormido pensando en ella.
Al otro día desperté, me duché y bajé a comer algo, estaba muerto de hambre. Busqué algo para comer pero no había nada. Miré el reloj ¡Las dos de la tarde! Mierda, mi estomago no paraba de pedir comida.
–Tal vez pueda ir a comer algo por ahí –pensé– Pero no conozco ningún lugar por aquí.
Sin pensar más, puse una sonrisa tonta en mi cara y salí de casa. Toque la puerta de mi vecina y atendió con una de sus hermosas sonrisas. Estaba desarreglada pero se veía hermosa, tenía puesto algo cómodo, tal vez estaba haciendo limpieza, pensé. Andaba con unos pantalones rotos, unas converse, una playera de The Ramones y su cabello recogido
–Hola hermosura –La saludé con un beso en la mejilla.
–Hola Harry –se sonrojó– ¿Qué te trae por acá? –menciono invitándome a pasar.
Su casa era pequeña, a comparación de la mía. Todo estaba bien acomodado, tenía fotos de paisajes, una bandera de Inglaterra adornaba su pared y unas cuantas fotos de unas personas, supongo que de su familia.
–Ehm… nada –dudé– en realidad, quería invitarte a comer algo. Aún no compro algo para la despensa y tengo hambre –Sonreí– ¿Te gustaría venir? Yo invito –Sonrió y asintió.
–Pero estoy mal arreglada Harry –dijo y se acomodó un mechón rebelde de su cabello.
–Eso es lo de menos, estás hermosa. Ven yo te llevo –le sonreí– y después ¿Me podrías acompañar a comprar algo para la despensa y decoraciones? Mi casa queda fea decorada, al lado de la tuya
–Claro –Río– Esta bien. Voy a buscar mis llaves –Sonrió y subió las escaleras rápidamente.
Creo que jamás me había sentido nervioso al ver la sonrisa de una chica. Bajó algo más arreglada con el cabello suelto, otra blusa y los mismos pantalones. Tengo que admitir que se veían sexy sus piernas con esos pantalones.
Salimos de su casa y nos dirigimos a mi carro, le abrí la puerta y subió. Reímos y conversamos de muchas cosas durante todo el trayecto. Dudé en preguntarle sobre lo que le había pasado en su muñeca, aun que estaba bastante curioso sobre el tema –Tal vez más adelante –pensé.
–Llegamos, linda –nos bajamos del carro. Tuve un impulso tomarle de la mano y lo hice. Así mismo entramos a un restaurant de comida italiana
– ¡WOW! Harry ¿No es muy costoso aquí? – Preguntó aterrada, mirando el menú.
– ¡Claro que no! –Sonreí. Diablos, esta chica me hacía sonreír demasiado– Déjate consentir por una vez en tu vida –Le tome de nuevo la mano y acaricié el lomo de ella. Sonrió.
– ¿Qué van a pedir? –Preguntó el mesero
–Ehm… –Dudó– Spaghettis con salsa bolognesa –Sonrió.
–Lo que pidió ella –Tomó nuestro pedido y se retiró.
Dios, ella era tan hermosa. No podía dejar de mirarla. Esperamos nuestro pedido mientras conversábamos de cosas sin sentido y ella contaba unos cuantos chistes.
POV. Alice
Todo estaba más que bien, estaba perfecto –Dios mio, apiádate de mi. Este hombre es casi perfecto –Pensé.
Seguimos conversando. Hablamos de muchos temas, no sé de donde salieron tantos temas de conversación. Nunca eh sido buena conversando, pero con él todo fluía como si nada. En eso, con nuestras tontas conversaciones, nos pusimos algo serios y ninguno de los dos hablo. Disfruté de ese hermoso silencio hasta que, de pronto, un pequeño nene llegó con un pequeño ramo de rosas.
–Señor ¿No le gustaría comprar una rosa a su novia? –Dijo el niño con voz inocente, tomando una hermosa rosa roja, lo mire con ternura y me sonroje ante su comentario.
–No, yo no so...
–Si claro, pequeño –Me interrumpió, le pasó dinero y el nene le entregó la rosa.
–Ojala disfruten sus cena señores –Sonrió tímidamente y se fue casi corriendo entre las mesas.
Mire a Harry algo apenada y colorada, por el comentario del niño
–Una rosa, para la más hermosa – ¿Como le hace para ser tan lindo? Tomé la rosa, detuvo mi mano y beso el lomo de ella.
–Gracias Harry, es un lindo detalle. No tendrías que haberte molestado, muchas gracias –Agradecí totalmente sonrojada por aquel acto.

1 comentario: